
Seguramente y con mucha frecuencia a más de alguno se le haya roto la punta a aquel utensilio útil para escribir, dibujar, o simplemente tenerlo detrás de la oreja para complementar.
Gracias a las avanzadas tecnologías de nuestros tiempos podemos permitirnos tener un instrumento a veces metálico, de plástico, azul, rojo... disponible de infinitas maneras y distintas gamas de colores.
El modo de utilización es muy complejo porque se tiene que intentar introducir el lápiz por el orificio, acto seguido de esto con una de las extremidades tiene qe empezar a girar el lápiz para que éste se afile. Al extraerlo tiene que tener extrema precaución con no sacarse o sacar a otro individuo un ojo con la punta del lápiz.
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